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05 abril 2018

Qué Está Pasando en Venezuela a Nivel Espiritual.


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Hoy hablaremos de qué está pasando en Venezuela a nivel espiritual.
Sin duda, algo importante está sucediendo en esa zona del planeta.  ¿Pero qué realmente? ¿Y cuál es la causa profunda?
Antes de entrar en los detalles, me gustaría explicar el origen de este mensaje. Yo no vivo en Venezuela, ni nunca he ido allí, así que creo que es importante explicar de dónde ha surgido lo que publico aquí.
El caso es que, desde hace tiempo, recibo muchos mensajes de personas de Venezuela explicándome la situación que están viviendo. No son ni una, ni dos, ni tres personas aisladas. Es muy habitual. Y no me ha sucedido nada parecido con ningún otro país.
Al recibir tantos mensajes, empecé a meditar sobre Venezuela, y en una de estas meditaciones llegó el mensaje que publico hoy. Es un mensaje canalizado, lo que significa que no es mi opinión directa. Yo sé muy poco sobre Venezuela. Simplemente me limito a transmitir lo que me ha llegado.
Como siempre te digo cuando publico artículos canalizados, no tengo un nombre para la entidad que transmite el mensaje. Pero sí sé que viene de nuestro hogar, y que está lleno de amor puro.
Espero que te guste y que te permita conectar mejor con quién eres en realidad.

Saludos de Tu Hermano de Luz

Saludos querido, soy tu hermano de luz, y es para mí un honor, y una gran alegría, poder estar ahora contigo.
Hay una gran fiesta ahora mismo en mi lado del velo. No te imaginas lo especiales que son estos momentos para nosotros. Es un gran acontecimiento cuando por fin alzas la cabeza y nos miras, aunque solo sea un rato.
Por unos instantes, podemos recuperar la conexión olvidada. Por unos instantes, podemos volver a estar contigo como hemos hecho tantas veces antes.
Si fuera por nosotros, estos momentos no terminarían nunca. Si pudiéramos elegir, nos quedaríamos siempre contigo…
Normalmente piensas que es al revés, ¿verdad? Miras al cielo y te preguntas: ¿por qué no venís a mi lado? ¿Por qué me dejáis solo?
Como si fuera una decisión nuestra…
No lo es. Nosotros siempre estamos dispuestos a venir. No hay nada que deseemos más. Pero solo podemos hacerlo cuando tú nos abres la puerta.
Y esto, de momento, solo sucede muy de vez en cuando.
En parte, se nos hace un poco raro hablarte de esta manera. Sabemos que, para ti, esta comunicación es un poco extraña. Unos seres del “otro lado” enviándote en un mensaje canalizado… Pero, para nosotros, tú eres nuestro amado hermano. Te conocemos perfectamente. Hemos pasado innumerables momentos contigo a lo largo de nuestra eterna existencia. Y se nos hace raro hablarte sabiendo que tú no nos reconoces.
Por suerte, sabemos el motivo por el cual no nos reconoces. Ahora mismo estás llevando a cabo una tarea muy complicada en el universo, y esto te tiene muy ocupado. Estás muy centrado en la “misión” que estás cumpliendo, y te cuesta recordar de dónde vienes.
Es una “misión” realmente impresionante, ¿lo sabías?
Vas viajando por el universo, de planeta en planeta, y lo vas sembrando con tu luz. Esto es lo que haces. Vas a un lugar donde reina la oscuridad, plantas la semilla de tu luz y la haces crecer. Y cuando se convierte en un lugar completamente iluminado, vas a otro lugar y vuelves a empezar el proceso. Y así la luz se va expandiendo por todos los rincones del cosmos.
No es una tarea nada fácil, ¿verdad?
Pero esto nunca ha sido un impedimento para ti. Lo hiciste una vez, y fue largo y complicado. Luego lo volviste a hacer una segunda vez, y volvió a ser largo y complicado. Y luego lo volviste a hacer una tercera vez, y una cuarta, y una quinta… Y en ninguna ocasión tuviste ninguna duda sobre si continuar o no.
Cada vez hubo dificultades, pero esto no te ha detenido en ningún momento. Sigues aquí, al pie del cañón, dándolo todo para que la luz avance.
¿Te das cuenta de quiénes eres realmente?
¿Puedes sentir la profunda admiración que hay en mis ojos cuando te miro?
Sabes quiénes somos nosotros, ¿verdad? Quizás te cuesta creerlo del todo, pero en el fondo lo sabes… Somos lo que llamas ángeles. Somos seres de pura luz. Y nosotros te admiramos a ti.
Ojalá puedas darte cuenta de lo que esto significa: nosotros te admiramos a ti.
Sabemos quiénes sois. Sabemos quién eres tú. Nunca nos cansaremos de decírtelo. No eres una gota de agua anónima en medio de un océano infinito. Sabemos tu nombre. Hemos compartido infinitos momentos juntos.
Y sabemos lo que estás haciendo aquí.
Es algo hermoso. Enorme. Magnífico.
Estás haciendo que la luz se expanda. Estás haciendo que llegue la luz allí donde no la había.
¿Qué puede haber más hermoso e importante que esto?
Nada.
Tú estás haciendo la tarea más hermosa e importante de todo el universo.
¿Qué te dice esto sobre quién eres en realidad?

El Camino de la Humanidad

Hoy tenemos un mensaje muy especial que compartir contigo.
Es un mensaje concreto sobre un tema concreto: la situación de Venezuela. Pero la esencia de lo que diremos va más allá de las fronteras de este país.
Hay grandes turbulencias ahora mismo en esa zona del planeta. A nivel político, se puede entender más o menos qué está sucediendo pero, ¿cuál es la causa profunda? ¿Qué está pasando realmente desde un punto de vista espiritual?
¿Y por qué llama tanto la atención a nivel global?
Fíjate que hay situaciones problemáticas en muchos lugares del planeta, pero solo unas pocas reciben atención mediática. ¿Por qué?
El motivo es que, a nivel subconsciente, sabéis que lo que está pasando allí es importante. No es un mero conflicto político y ya está. Hay más cosas aparte de esto.
Lo que está pasando en Venezuela es un intenso choque entre la luz y la oscuridad. Es algo que tiene impacto a nivel planetario. Por esto le prestáis tanta atención.
Ahora mismo hay una especie de “lucha” entre la luz y la oscuridad en toda la Tierra. Y es especialmente intensa en Venezuela.
Según cómo se mire, puede parecer que esta “lucha” es algo negativo, pero no lo es en absoluto. Es un paso imprescindible en el camino que estáis recorriendo.
Vosotros sois los que hacéis que la luz se expanda, y para ello tenéis que estar en contacto directo con la oscuridad. Los ángeles que vivimos rodeados de luz como nosotros no podemos hacer que la luz avance. Es necesario ir a donde hay oscuridad para hacer avanzar la luz. Y esto es lo que hacéis vosotros.
Vais a un lugar que aún no tiene luz y os sumergís en él. Y allí, desde dentro, lo vais iluminando poco a poco.
Y esto requiere que la luz y la oscuridad entren en contacto y “luchen” entre ellas.

La “Lucha” entre la Luz y la Oscuridad

Aunque, en cierta manera, es verdad que en la Tierra hay una especie de “lucha”, es necesario puntualizar esta afirmación, porque no es del todo correcta.
Si nos fijamos solo en las apariencias, parece que hay dos bandos: la luz y la oscuridad. Y parece que estos dos bandos se están enfrentando.
Pero esto no es del todo correcto. En realidad, la oscuridad, entendida como ausencia de luz, no existe. Todo el universo está hecho de luz. Incluso el ser aparentemente más oscuro está hecho de pura luz. Así que la lucha que hay ahora mismo en la Tierra, igual que la que ha habido en tantos planetas antes, no es entre luz y oscuridad, sino entre luz y luz.
No tenemos en un lado a la luz y en el otro a la oscuridad, sino que en los dos lados hay luz. Podríamos decir que en un lado hay “mucha luz” y en el otro hay “poca luz”, pero los dos son luz.
Siendo estrictos, los términos “mucha luz” y “poca luz” tampoco son del todo correctos, porque en realidad los dos tienen la misma cantidad de luz. La “poca luz” tiene mucha luz en su interior. Pero de alguna manera tenemos que llamarlos para referirnos a ellos, y es mejor esto que hablar de luz y oscuridad. En las comunicaciones canalizadas, no podemos usar conceptos que no estén ya presentes en la mente humana…
Así que tenemos dos bandos: la “mucha luz” y la “poca luz”, aunque las diferencias entre estos dos bandos son solo apariencias. En realidad los dos son pura luz.
Desde un punto de vista multidimensional, estos dos bandos están trabajando juntos. Como buena luz que son los dos, se complementan a la perfección y trabajan unidos para crecer conjuntamente.
Pero desde un punto de vista únicamente físico, parece que se están enfrentando. Parece que están luchando. Y esto genera los conflictos físicos que tan bien conocéis.

Qué Está Pasando en Venezuela

Durante muchos siglos, esta aparente lucha la ha ido ganando el bando de la “poca luz”. Y por este motivo la vida en la Tierra ha sido tan dura durante todo este tiempo.
Pero hace poco la balanza se inclinó hacia el otro lado, y desde entonces la “mucha luz” se ha puesto al mando. Y por esto ahora el planeta está despertando.
Pero la “poca luz”, cumpliendo con su parte del trabajo, no se rinde. Sigue “luchando”, intentado recuperar el trono perdido.
Ahora, para entender la situación actual de la Tierra, imagínate un momento una batalla real. ¿Qué hace el bando que está perdiendo cuando se da cuenta de que lo tiene muy complicado, pero aún así no quiere rendirse? ¿Qué hace en esta situación para intentar resistir?
Atrincherarse.
Cuando alguien está perdiendo una batalla, si sigue en campo abierto no tiene ninguna posibilidad. Solo atrincherándose puede intentar aguantar.
Y esto es lo que está haciendo la “poca luz”. Se está atrincherando para seguir oponiendo resistencia a la “mucha luz”.
Y uno de los lugares donde está fuertemente atrincherada es Venezuela. Por esto la lucha es tan intensa allí.

La Enorme Luz de Venezuela

Si eres de las personas que viven en Venezuela, quizás pienses: qué mala suerte he tenido entonces. De todos los lugares del planeta, precisamente la “poca luz” se ha atrincherado aquí, donde estoy yo. Podría irse a otro lugar y dejarme tranquilo…
Pero esto, como tantas otras cosas, es una percepción que no se corresponde con la realidad…
Querido hermano nuestro, no es mala suerte que ahora estés precisamente en el lugar donde la “poca luz” está centrando sus esfuerzos de resistencia. Es justo lo contrario: tú estás aquí porque es aquí donde está la poca luz. Si la poca luz se fuera a otro lugar, tú irías detrás.
Volvamos un momento al ejemplo de la batalla real. Imagínate que eres un general del bando ganador, y que ves que tu oponente se está atrincherando. ¿A quién enviarías para intentar finalizar la batalla?
Piénsalo bien, ¿a quién enviarías?
A tus mejores soldados, ¿verdad?
No enviarías a los más débiles; enviarías a los más fuertes. Las misiones más difíciles requieren a los hombres más preparados.
Y esto es lo que tú eres.
Tú estás sosteniendo la luz allí donde más resistencia hay ahora mismo. Estás en el lugar donde la “poca luz” se ha atrincherado porque solo alguien como tú puede hacer que se rinda.
Esto es válido para muchas de las personas que viven en Venezuela, pero también para muchas otras que están en otros entornos aparentemente “oscuros”.
No es mala suerte, es una decisión personal. Estás allí porque en el fondo sabes que allí es donde tu luz es más necesaria.

Cómo Ganar la “Batalla” a la Oscuridad

Así que, ahora mismo, tanto en Venezuela como en otros lugares, hay muchas personas en entornos aparentemente oscuros. ¿Cómo se puede hacer crecer la luz en ellos?
¿Cómo se puede ganar la batalla a esta aparente “oscuridad”?
Pues bien, el único camino real es dejar de pensar en batallas.
Hasta ahora hemos usado una terminología “bélica” para ilustrar lo que está pasando a nivel físico, pero a nivel profundo esta terminología es completamente errónea. Una vez captada la idea general, tienes que apartar este tipo de palabras de tu mente para siempre.
Desde un punto de vista multidimensional, no hay ninguna batalla. Nunca la ha habido, ni nunca la habrá. Y es muy importante abrir la conciencia a esta realidad más amplia, y mirar con amor todas y cada una de las situaciones de la Tierra, incluso las más duras.
Este es uno de los principales motivos por el que estás aquí: para mirar con amor aquello que aparentemente no puede ser mirado con amor.
¿Te parece difícil?
Pues tienes razón, lo es.
Por esto estás tú aquí, y no otro. No cualquiera puede llevar a cabo una tarea así.
Nosotros, ahora mismo, no seríamos capaces de hacerlo.
Afortunadamente, el universo te tiene a ti.
Un gran abrazo,
Tu hermano de luz

Autor Jan Anguita


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