Un fuerte terremoto de 7.1 grados de magnitud en las escala Richter sacudió hoy, 24 de agosto del 2018, Perú. El seísmo se registró en una zona fronteriza entre Perú y Brasil, según el Instituto Geofísico peruano.
En 48 horas hubo 70 temblores en esa región que va de Asia a América.
Una ola de terremotos ha sacudido en las últimas horas el conocido Anillo o Cinturón de Fuego, avivando el temor a que se produzca un temblor catastrófico en California que provoque miles de muertos, el "Big One" (El Grande). Oficialmente no hay nada que justifique el miedo, pero 70 temblores en 48 horas han sido suficientes para prender alarmas.
El Anillo de Fuego es un área en la costa asiática y americana del océano Pacífico que concentra nueve de cada 10 sismos que se producen en el mundo, según el Instituto Geológico estadounidense.
Los terremotos han sacudido Indonesia, Bolivia, Venezuela, Japón, Fiji y Vanuatu, entre otros lugares. Este miércoles ha temblado la costa de Oregon con un sismo de magnitud 6,2 que no ha producido víctimas, según informa la cadena CBS.
El terremoto de 1906
Más de 700 personas murieron en el terremoto de San Francisco de 1906. Un estudio del Servicio Geológico analizó qué ocurriría si un temblor similar sacudiera la ciudad hoy en día, y concluyó que al menos morirían 800 personas. Si el temblor afectara a la falla de San Andrés en Los Ángeles, podría causar miles de muertos. Y si se produjera un tsunami, las víctimas superarían las 11.000, según la agencia federal de Gestión de Emergencias.
El Instituto Geológico no ha emitido sin embargo ninguna alerta tras la última serie de terremotos. Y la sismóloga Jennifer Andrews, de Caletech, considera que no hay motivo para la alarma: “El Anillo de Fuego es muy activo, no significa que California sufra un riesgo mayor de lo usual”, aunque, ha añadido, “obviamente siempre hay un riesgo de que ocurra el Big One”.
¿Cuándo ocurrirá?
Una tormenta pasa sobre la ciudad de Los Ángeles, en California./ AP
Es sólo una cuestión de tiempo, pero que llegará, llegará. Cualquiera que viva en California sabe que el mítico Big One, el gran terremoto, se hará realidad.
Sin embargo, nadie puede decir con precisión cuándo. Ya desde fines de los 90, en el US Geological Survey, de Menlo Park, California, se advertía que existía entre un 20 y un 30 por ciento de posibilidades de que en los próximos 30 años ocurra un terremoto de siete u ocho puntos de la escala Richter en la ciudad de San Francisco. La tasa de probabilidades se elevaba al 80 y 90 por ciento en Los Ángeles en el mismo período.
Todo indica que será devastador.
San Francisco
La célebre bahía de San Francisco y sus edificios detrás.
Según una nota publicada por The New York Times en abril, San Francisco vive con la certidumbre de que algún día vendrá un gran terremoto. No obstante, la ciudad también está erigiendo edificios cada vez más altos y cercanos los unos a los otros debido a la escasez de vivienda en el estado. Ahora esas dos fuerzas opuestas han dado pie a una reconsideración de las regulaciones para la construcción. Y los expertos están enviando el mensaje de que el reglamento de construcción no protege a las ciudades de los terremotos tanto como la gente imagina.
California tiene estrictos requisitos de construcción para proteger a las escuelas y hospitales contra un gran sismo. No es así en el caso de los rascacielos. Un edificio de cinco pisos debe cubrir los mismos requisitos de fuerza que uno de 50.
¿Qué tan seguros son los rascacielos de San Francisco? Ni siquiera los ingenieros que los diseñan pueden dar una respuesta exacta.
Clarín-Mundo-24 Agosto 2018
Nota de M./ El denominado "Big One", es como la fábula de "Pedro y el lobo", en la cual, tanto anunció Pedro, una y otra vez, que venía el lobo, y nunca venía porque era mentira, que dejaron de creerle y, un día que anunció que venía el lobo, ¡ese día era verdad!
Clarín-Mundo-24 Agosto 2018
Nota de M./ El denominado "Big One", es como la fábula de "Pedro y el lobo", en la cual, tanto anunció Pedro, una y otra vez, que venía el lobo, y nunca venía porque era mentira, que dejaron de creerle y, un día que anunció que venía el lobo, ¡ese día era verdad!