Conversación con un Ser de Luz, un Elohim...
"Escuchadme bien, he aquí una pregunta desconcertante: la Divinidad, ¿está de parte del Bien o del Mal?
- ¡Del Bien, suponemos!
- Desengañaos. De hecho, no ha tomado partido ni por uno ni por otro. Está más allá de ambos conceptos. Y brinda el mismo Amor a los hijos de ambas tendencias. Lo que en ella glorifica el Bien es una larga serie de apariencias y de formas adaptadas a la comprensión de los seres humanos y que tienen, entre otros, los nombres de Cristo y de Buda.
Lo que en ella permite la expansión del mal es su voluntad de ofrecer el libre albedrío a toda la Creación. Todo ello es matemáticamente inevitable. El dominio consiste en no dejarse atrapar, humanamente hablando, por ninguna de las dos polarizaciones del motor.
El Camino del Medio no es ciertamente la vía de la tibieza, amigos míos. No propone nada que se parezca a una falta de compromiso. Al contrario, brinda la posibilidad de comprometerse de forma inquebrantable, más allá de la Luna y del Sol, más allá de las nubes. Para ello se apoya en el no juicio. Observa y analiza la complementariedad de fuerzas que en un primer momento parecen oponerse, luego actúa a la luz amante de Lo que no tiene nombre y que les da vida por una parte y por otra.
¿No os dais cuenta de que pasáis vuestra existencia contabilizando lo que según vosotros está bien y lo que no lo está?
Haced el esfuerzo, aunque solo sea por unos segundos, de cambiar de medio social, de cultura, de religión. Haced el esfuerzo de atravesar algunas fronteras y vuestra visión de lo que es bueno y justo se verá radicalmente modificada. Mientras actuéis como jueces, no podréis entenderlo, o lo haréis solo intelectualmente como cuando estudiabais en el colegio.
Ha llegado el tiempo de que vuestra búsqueda de lo Divino, es decir, de lo que es básicamente humano, cambie de orientación. Venerar la Divinidad bajo la forma que nos agrada, de hecho bajo la forma menos molesta para nuestra comodidad, es tan primario y limitativo como venerar una bombilla eléctrica.
Aprender a encontrarse a sí mismo, aprender a amar, a liberar lo ilimitado que hay en uno mismo consiste en intentar acercarse un poco más a los filamentos de la bombilla, a pensar en el gas que los rodea y después tomar conciencia de la energía que viene a engrandecer todo esto.
Una bombilla es tan solo un medio de manifestar una determinada fuerza. Se la puede colorear de diversas maneras, darle una potencia mayor o menor. Sucede lo mismo con las religiones, con las distintas clases de fe o con las filosofías.
Habéis de saber que seréis conducidos a ir más allá de ellas, a remontar la corriente que las nutre para encontrar el Sol que no proyecta sombra.
Pero, atención, amigos míos. ¡Atención! ¡Salir de la dualidad, es decir, de esos reflejos que conducen continuamente a separar, no ha de llevar a convertir esa dualidad en una enemiga! Es sí, vuestro obstáculo, pero también vuestro aliado, porque es vuestro yunque, vuestro test.
Os lo he dicho ya: ver algo como opuesto depende de cómo se mire. Si lo opuesto en nosotros se llama "materia", como suele decirse, tal vez ha llegado el momento de mirar esa materia y todo cuanto sometido a ella con ojos radicalmente distintos".
"Siddharta"
("EL QUE VIENE. De la sumisión a la libertad" - A. y D. Meurois-Givaudan)
"Escuchadme bien, he aquí una pregunta desconcertante: la Divinidad, ¿está de parte del Bien o del Mal?
- ¡Del Bien, suponemos!
- Desengañaos. De hecho, no ha tomado partido ni por uno ni por otro. Está más allá de ambos conceptos. Y brinda el mismo Amor a los hijos de ambas tendencias. Lo que en ella glorifica el Bien es una larga serie de apariencias y de formas adaptadas a la comprensión de los seres humanos y que tienen, entre otros, los nombres de Cristo y de Buda.
Lo que en ella permite la expansión del mal es su voluntad de ofrecer el libre albedrío a toda la Creación. Todo ello es matemáticamente inevitable. El dominio consiste en no dejarse atrapar, humanamente hablando, por ninguna de las dos polarizaciones del motor.
El Camino del Medio no es ciertamente la vía de la tibieza, amigos míos. No propone nada que se parezca a una falta de compromiso. Al contrario, brinda la posibilidad de comprometerse de forma inquebrantable, más allá de la Luna y del Sol, más allá de las nubes. Para ello se apoya en el no juicio. Observa y analiza la complementariedad de fuerzas que en un primer momento parecen oponerse, luego actúa a la luz amante de Lo que no tiene nombre y que les da vida por una parte y por otra.
¿No os dais cuenta de que pasáis vuestra existencia contabilizando lo que según vosotros está bien y lo que no lo está?
Haced el esfuerzo, aunque solo sea por unos segundos, de cambiar de medio social, de cultura, de religión. Haced el esfuerzo de atravesar algunas fronteras y vuestra visión de lo que es bueno y justo se verá radicalmente modificada. Mientras actuéis como jueces, no podréis entenderlo, o lo haréis solo intelectualmente como cuando estudiabais en el colegio.
Ha llegado el tiempo de que vuestra búsqueda de lo Divino, es decir, de lo que es básicamente humano, cambie de orientación. Venerar la Divinidad bajo la forma que nos agrada, de hecho bajo la forma menos molesta para nuestra comodidad, es tan primario y limitativo como venerar una bombilla eléctrica.
Aprender a encontrarse a sí mismo, aprender a amar, a liberar lo ilimitado que hay en uno mismo consiste en intentar acercarse un poco más a los filamentos de la bombilla, a pensar en el gas que los rodea y después tomar conciencia de la energía que viene a engrandecer todo esto.
Una bombilla es tan solo un medio de manifestar una determinada fuerza. Se la puede colorear de diversas maneras, darle una potencia mayor o menor. Sucede lo mismo con las religiones, con las distintas clases de fe o con las filosofías.
Habéis de saber que seréis conducidos a ir más allá de ellas, a remontar la corriente que las nutre para encontrar el Sol que no proyecta sombra.
Pero, atención, amigos míos. ¡Atención! ¡Salir de la dualidad, es decir, de esos reflejos que conducen continuamente a separar, no ha de llevar a convertir esa dualidad en una enemiga! Es sí, vuestro obstáculo, pero también vuestro aliado, porque es vuestro yunque, vuestro test.
Os lo he dicho ya: ver algo como opuesto depende de cómo se mire. Si lo opuesto en nosotros se llama "materia", como suele decirse, tal vez ha llegado el momento de mirar esa materia y todo cuanto sometido a ella con ojos radicalmente distintos".
"Siddharta"
("EL QUE VIENE. De la sumisión a la libertad" - A. y D. Meurois-Givaudan)