Escuchar música, ¡eleva nuestros espíritus! Realmente, es un lenguaje universal, así como uno espiritual. Podemos sentir esto intuitivamente sin conocer la ciencia detrás de esto. Tocamos nuestra canción favorita en nuestros teléfonos inteligentes, y una sonrisa se enciende en nuestras caras. Pero, incluso con su obvio dominio sobre nosotros, no nos damos cuenta de que la música está reorganizando nuestros cerebros como una hierba adaptogénica o una sesión de meditación.
Los adaptógenos son hierbas que pueden reorganizar las células de nuestro cuerpo, se adaptan a nuestras necesidades más importantes, ya sea la reducción del estrés o el refuerzo de nuestro sistema inmunitario. Parece que la música puede hacer lo mismo.
La música probablemente fue inventada para el disfrute humano en los días del Paleolítico, pero la música del Universo, lo que los pitagóricos llamaron la "música de las esferas" es probablemente tan antigua como el Universo mismo. La NASA, incluso, ha grabado la "música" de la Tierra, y se dice que cada planeta tiene su propia vibración musical.
Del mismo modo, los antiguos iniciados griegos entendieron los beneficios terapéuticos de la música, que probablemente se obtuvieron de los egipcios. Los primeros chinos, tibetanos, hindúes, persas y otras culturas conocían escalas que debían inducir ciertos estados hipnagógicos, pero no tenemos idea de hasta qué punto el uso de la música se remonta a la historia de la humanidad. Incluso los neandertales podían cantar o cantar. Sin lugar a dudas, la música ha sido una herramienta evolutiva esencial, pero ¿cómo está recableando su cerebro?
En una investigación reciente, los científicos utilizaron imágenes de resonancia magnética funcional (tecnología fMRI) para observar el flujo sanguíneo en el cerebro mientras la gente escuchaba su melodía favorita.
Descubrieron que cuando los sujetos escuchaban canciones de sus géneros musicales preferidos, mostraban niveles mejorados de conectividad cerebral. Este estado del cerebro, llamado procesamiento del cerebro completo o del cerebro completo, permite una mayor creatividad, felicidad y funcionamiento cognitivo.
El estudio informa que el mayor cambio inspirado en la música se notó en la red de estado de reposo asociada con la paz interna, o "las actividades mentales introspectivas y adaptativas en las que los seres humanos se involucran espontánea y deliberadamente todos los días".
Esta área del cerebro nos permite soñar despiertos, utilizar la creatividad del cerebro derecho para resolver problemas creados por el hemisferio izquierdo y practicar una mayor empatía y autoconciencia.
Otro estudio afirma que este área del cerebro llamada red de modo predeterminado (DMN) es como "un interruptor de alternar entre estados mentales enfocados hacia afuera y el sentido interno o subjetivo del yo, esta red parece incluir experiencias de deambulación mental como imaginar el futuro, el descubrimiento de nuevas posibilidades (esperanzas) y el significado afectivo de aspiraciones o sueños, "independientemente de nuestras preferencias de escucha, desde Beethoven hasta Mos Def, si su música nos encanta, está recableando nuestros cerebros".
Lo que es más, es que escuchar una buena música o canción nos permite procesar las interacciones psicosociales y utilizar el 'pensamiento divergente' basado en la generación de ideas creativas mediante la exploración de muchas posibles soluciones, la curiosidad y en el inconformismo, frente a la manipulación mental que el 'Sistema del Poder Mundial' nos está inculcando encubierta y coercitivamente.
Aún más fascinante es que la musicoterapia, la simple escucha de ondas de sonido beneficiosas, puede regenerar el cerebro, mejorar la memoria y actuar como un tónico para el cerebro, incluso en bebés pequeños.
Los investigadores proponen que la música modula la secreción de hormonas esteroides, lo que en última instancia incita a la reparación y regeneración de los nervios cerebrales.
Y, finalmente, escuchar música permite una mayor plasticidad neuronal. La plasticidad cortical permite que los circuitos cerebrales ajusten y optimicen de forma flexible el procesamiento del pensamiento de una manera que refleje las demandas ambientales y de comportamiento. Cuanto más plásticidad tengan nuestros cerebros, más móviles, más podremos adaptarnos a los factores estresantes que enfrentamos en nuestro mundo cotidiano.
¿Es de extrañar que nos haya encantado la música desde que podemos recordar, y que incluso nuestra memoria celular nos tira para escuchar nuestra canción favorita? Ahora, la investigación detrás de cómo la música afecta a nuestro cerebro hace que la diversión de escuchar "One Love" de Bob Marley en el volumen más alto de nuestros automóviles tenga mucho sentido.
Fuente:/TheMindUnleaseh